martes, 16 de agosto de 2016

Viñetas 2016/Manuela Kant: la crónica

Aunque pudiese parecer que me encontrase "ausente", el motivo fue el ya conocido festival Viñetas desde o Atlántico donde, otro año más, uno pudo recrearse con las exposiciones, curiosear por los stands y reencontrarse con compañeros de clase.

"Era temprano. Juro que hubo gente más tarde"

Llegado a Coruña y quedando con Alberto de Souza, el que escribe esto pudo saludar a los currantes de las Bibliotecas de allá (atención: pronto estará disponible "Capitán Pepinillo: Resurrección" por las biblios de la ciudad herculina); hablar un poco con Manel Cráneo o Sergio Covelo; saludar en el stand de A Gata Tola, nuestra librería amiga en Santiago; llevarme el trabajo de Víctor Boullón o Roberto M. Soler; y volver a ver, un año después, a Ana Castiñeiras o Julia Aguiar (a ambas las tenéis en "Sinónimos de Lucro").

"Imagen de la charla, inmortalizada por Alberto de Souza"

También se aprovechó para presentar el primer número de Androide Paranoide, la nueva publicación de ciencia-ficción con artículos, cómics y entrevistas. Junto al siempre "inquietante" Adolfo Rodríguez, la charla se hizo bastante amena gracias a la curiosidad de los (pocos) presentes (muy) interesados. Junto a Adolfo, su hermano, Miguel, que tuvo que darse un importante madrugón para llegar a la ciudad. Recordad los que no habéis pasado por allí que este jueves estaremos en Pizzería Sagasta 27 (Caldas de Reis), por motivo de una nueva edición de Orixe Candente.

Y de Coruña, vuelta a Vilagarcía. En el tren, hordas de adolescentes de hormonas desatadas y pasión desenfrenada por el alcohol, el reggaeton y el twerking invadieron los vagones planeando su noche de desfase, mientras hablaban con sus mamis para tranquilizarlas. ¡Ay, juventú! Corriendo a coger las armónicas para una prueba de sonido. Tocaba Manuela Kant, y me habían colado* de "artista invitado".

"Algún día me haré fotógrafo... y seguiré perdiendo dinero"
 
De pasar unos días tocando (música) y aprovechar el Viñetas para reencontrarse con compañeros de ilustración en Coruña, a tocar en Vilagarcía de Arousa a la par que reencontrarse con compañeros del instituto de Carril. ¿Se trata de alguna especie de simetría? Si en Manuela Kant toca Vicky Longa a la guitarra (y creedme, como que del instrumento esta compañera de bachiller sabe un trecho), entre el público se encontraba Borja Gutiérrez, otro ser condenado por el arte (que, además, también salía en el "Sinónimos de Lucro"). La colaboración en el concierto se limitó al uso bilingüe de la armónica: un tema en galego ("Aí ben", como solista) y otro en catalá ("Gegants sobre l'asfalt", como acompañante). Pese a algún que otro problema con el sonido en la primera pieza, creo que la cosa quedó apañada. Cosas de tocar con un grupo que sabe lo que hace, supongo.

"El grupo, junto a una estatua humana"

Hay más anécdotas, desde los problemas de percepción del arte por la sociedad a que alguien te pare en la calle para dudar de tu procedencia por no saber dónde conseguir "coca" (y no, no hablo del refresco), pero los problemas de retención (mental, no de orina) y el cansancio, aparte del tremendo coñazo que llevo escrito, hacen que no se reproduzcan en forma escrita.

* Puse "colado" en vez de "colocado" por miedo a que el chaval de la búsqueda de polvos blancos leyese esto.





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